domingo, 6 de octubre de 2019

Enfoques Psicoanalítico y Neopsicoanalítico de la Personalidad



Enfoque Psicoanalítico de la personalidad


Sigmund Freud creía que el comportamiento y la personalidad derivan de la interacción constante y única de fuerzas psicológicas conflictivas que operan en tres diferentes niveles de conciencia: el preconsciente, el consciente y el inconsciente. La teoría psicoanalítica de la mente consciente e inconsciente a menudo se explica utilizando una metáfora del iceberg: El conocimiento consciente es la punta del iceberg, mientras que el inconsciente está representado por el hielo oculto debajo de la superficie del agua.
Según Freud, la mente se puede dividir en tres niveles diferentes:

La mente consciente

Incluye todo aquello de lo que somos conscientes. Este es el aspecto de nuestro proceso mental que nos permite pensar y hablar de forma racional. A parte de esto, incluye nuestra memoria, que no siempre es parte de la conciencia, pero se puede recuperar fácilmente en cualquier momento y se pone en nuestro conocimiento. Freud llamó a esto el preconsciente.

La mente preconsciente

Es la parte de la mente que representa la memoria ordinaria. Si bien no somos conscientes de esta información en cualquier momento dado, podemos recuperarla y tirar de ella en la conciencia cuando sea necesario.

La mente inconsciente

Es donde guardamos nuestros sentimientos, pensamientos, impulsos y los recuerdos que se encuentran fuera de nuestro conocimiento consciente. La mayor parte de los contenidos del inconsciente, según Freud, son inaceptables o desagradables, como los sentimientos de dolor, ansiedad o conflicto. Para él, el inconsciente puede influir en nuestra conducta y experiencia, a pesar de que no somos conscientes de estas influencias subyacentes.
De este modo, Freud comparó estos tres niveles de la mente con un iceberg dividiendola en las tres estructuras básicas de la personalidad: el ello, el yo y el superyó. Estas tres estructuras tienen funciones diferentes y actúan en distintos niveles de la mente.
Según Sigmund Freud, cada componente añade su propia contribución única a la personalidad.

Teoría de la Personalidad de Freud: consciente, inconsciente, Yo, Superyó y Ello



.

La Mente según Freud

Muchos de nosotros hemos experimentado lo que comúnmente se conoce como un acto fallido. Estos errores se cree que revelan pensamientos o sentimientos inconscientes.
La visión psicoanalítica sostiene que hay fuerzas internas, inconscientes o fuera de nuestra conciencia que dirigen de alguna forma nuestro comportamiento.
El inconsciente incluye pensamientos, emociones, recuerdos, deseos y motivaciones que se encuentran fuera de nuestro conocimiento, sin embargo, continúan ejerciendo una influencia en nuestro comportamiento.


Los Tres niveles de la mente según Freud

Antes de que podamos entender la teoría de la personalidad de Freud, debemos primero entender su punto de vista de cómo está organizada la mente.
De este modo, Freud comparó estos tres niveles de la mente con un iceberg:
·         La punta del iceberg que se puede ver por encima del agua representa la mente consciente.
·         La parte del iceberg que se sumerge debajo del agua, pero es aún visible es el preconsciente.
·         El grueso del iceberg está oculto debajo de la línea de flotación y representa el inconsciente.

¿En qué consisten el Ello, el Yo y el Superyó?

Cada persona posee también una cierta cantidad de energía psicológica que forma las tres estructuras básicas de la personalidad: el ello, el yo y el superyó. Estas tres estructuras tienen funciones diferentes y actúan en distintos niveles de la mente.
Según Sigmund Freud, cada componente añade su propia contribución única a la personalidad y los tres elementos trabajan juntos para formar comportamientos humanos complejos.
De acuerdo con esta la teoría, ciertos aspectos de nuestra personalidad son más primitivos y que nos pueden presionar para actuar sobre nuestros impulsos más básicos. Otras partes de la personalidad pueden lograr contrarrestar estos impulsos y se esfuerzan por hacer que se ajusten a las exigencias de la realidad.
Vamos a ver cada una de estas partes clave de la personalidad, cómo funcionan de forma individual y cómo interactúan.

El Ello

·         El Ello es el único componente de la personalidad que está presente desde el nacimiento.
·         Este aspecto de la personalidad es completamente inconsciente e incluye los comportamientos instintivos y primitivos.
·         Según Freud, el Ello es la fuente de toda la energía psíquica, por lo que es el componente principal de la personalidad.
El ello es impulsado por el principio del placer, que se esfuerza por lograr la satisfacción inmediata de todos los deseos, deseos y necesidades. Si estas necesidades no se satisfacen inmediatamente, el resultado es un estado de ansiedad o tensión.
El Yo
·         El Yo es el componente de la personalidad que se encarga de tratar con la realidad.
·         El Yo se desarrolla a partir del Ello y asegura que los impulsos del Ello puedan expresarse de una manera aceptable en el mundo real.
·         Las funciones del Yo son utilizadas en el consciente, el preconsciente y el inconsciente de la mente.
El Yo funciona basándose en el principio de la realidad, que se esfuerza por satisfacer los deseos del Ello de forma realista y socialmente adecuada. El principio de realidad sopesa los costos y beneficios de una acción antes de decidirse a actuar sobre los impulsos o abandonar. En muchos casos, los impulsos del Ello pueden ser satisfechos a través de un proceso de retraso de la gratificación. El Yo finalmente permitirá el comportamiento que busca el Ello, pero sólo en el lugar y momento adecuado.
El Superyó
El último componente de la personalidad descrito por Freud es el Superyó.
·         El Superyó es el aspecto de la personalidad que contiene todos nuestros estándares morales interiorizados e ideales que adquirimos de ambos padres y de la sociedad; nuestro sentido del bien y el mal.
·         El Superyó nos proporciona directrices para hacer juicios.
·         El Superyó comienza a surgir en torno a los cinco años.

Existen dos partes fundamentales del Superyó:
·         El ideal del Yo, que incluye las reglas y normas para el buen comportamiento. Incluyen aquellos que son aprobados por las figuras de autoridad de los padres y otros. Aquí se encontrarían los sentimientos de orgullo, valor y logro.
·         La conciencia, que incluye información acerca de las cosas que son consideradas por los padres y la sociedad. Se trata de comportamientos que a menudo están prohibidos y dan lugar a malas consecuencias, castigos o sentimientos de culpa y remordimientos.

El Superyó actúa para perfeccionar y civilizar nuestro comportamiento. Trabaja para suprimir todos los impulsos inaceptables del Ello y se esfuerza por hacer que los actos de Yo se encuadren en las normas sociales, más que en principios realistas. El Superyó está presente en el consciente, preconsciente e inconsciente.

Desde el nacimiento, cada persona tiene su propia personalidad, aunque ésta no es determinante sino más bien hace referencia a ciertas características propias, que con el tiempo y con la influencia de diferentes factores se irá estructurando y modificando.
Lo fundamental al definir la personalidad es que es una característica individual, y es lo que hace que las personas sean diferentes.

La personalidad se encuentra dentro del estudio del campo de la psicología, y se puede explicar desde varias funciones, en primer lugar, permite conocer de forma aproximada los motivos que llevan a un individuo a actuar, a sentir, a pensar y a desenvolverse en un medio; por otro lado, la personalidad permite conocer la manera en la cual una persona puede aprender del entorno. La personalidad se puede definir como la estructura dinámica que tiene un individuo en particular; se compone de características psicológicas, conductuales, emocionales y sociales.

Alfred Adler



Adler plantea la teoría de la personalidad en un sistema de la psicología individual. Se centra en la seguridad del ser humano, en su conciencia y sus fuerzas sociales. Según Adler todos nacemos con un sentimiento de inferioridad, causado porque al nacer somos indefensos y dependemos de otros; este sentimiento nos motiva a superarnos, complementarlo con el sentimiento de superioridad o perfección, el cual es el fin último del ser humano.

Sin embargo, cuando uno no es capaz de compensar los sentimientos de inferioridad se genera el complejo de inferioridad (incapacidad para afrontar los problemas de la vida); por otro lado, cuando la retribución es excesiva, se forma el complejo de superioridad (opinión exageradamente de nuestras habilidades y logros).

Determinan nuestra personalidad patrones adquiridos según nuestro estilo de vida y orden de nacimiento, según Adler.

Los estilos de vida, existen cuatro tipos básicos: el tipo dominante o controlador, muestra una actitud autoritaria, sin consideración hacia los demás, llegan a convertirse en delincuentes o psicópatas, en menor grado solo drogadictos, alcohólicos; el tipo inclinado a recibir, el más común, es dependiente de otras, espera recibir no dar; el tipo evasivo, no hace frente a los problemas, no arriesga, pasa por alto las dificultades por miedo a fracasar; el tipo socialmente útil, los anteriores estilos de vida no son útiles a la sociedad, este en cambio, es tolerante con las personas, busca ayudar a otros y se desarrolla dentro de los estatutos sociales. Estos cuatro estilos de vida, a su vez, son determinados por el orden de nacimiento.

El orden de nacimiento: los primogénitos, son los engreídos que sufrirán el destrono por sus hermanos, al principio reciben mayor atención por sus padres, sobreprotegen a sus hermanos y si no superan su destrono son proclives a problemas posteriores ; los segundos, son los hijos a quien le da igual lo que suceda con ellos, no han sido destronados ni son los más engreídos; lo últimos hijos, son los engreídos, consentidos e hiperactivos, puesto que no aprenden a hacer solo sus cosas sino que tienen a sus hermanos, les cuesta adaptarse a la vida adulta; el hijo único, nunca pierde la supremacía, son pegados a mamá, pueden sufrir de mamitis, les cuesta compartir y competir con otros porque en casa siempre tuvieron todo para ellos solos, además de ser egocéntricos.
Adler muestra al ser humano más optimista que otros, no lo hace víctima de su pasado, le da el libre albedrío y la capacidad para moldear su desarrollo. Considera importante en el desarrollo de la personalidad los factores cognoscitivos y sociales.


Carl Jung 


Carl Jung no estaba de acuerdo con la teoría freudiana en el sentido de su concepto del inconsciente como paradigma original de la personalidad y no meramente de la parte reprimida, pensaba que la aproximación simbólica al material onírico y otras expresiones inconscientes eran los medios más indicados para comprender el lenguaje de la psique y describir su dinámica; pensaba que la psique se comunicaba por medio de imágenes más que de concepciones, y que estas imágenes tomaban la forma de analogías y parábolas que simbolizaban el significado de una situación concreta. En general, cuando Jung hablaba de la personalidad se refería a la psique.


Una de las grandes aportaciones de Jung a la investigación de la personalidad es la que se refiere al binomio extroversión-introversión, la cual indica que se nace con un determinado tipo de temperamento que provoca inquietud principalmente de nuestra propia persona (introvertida) o del mundo exterior (carácter extrovertido); refirió a los introvertidos como personas indecisas y a la defensiva, que prefieren observar al mundo con reserva, sin que se comprometan en forma personal y directa; en cambio, el extrovertido tiene un carácter desprendido y seguro, se siente cómodo en cualquier lugar y hace amigos con facilidad.
Otros aspectos de la personalidad están contenidos en la psique, pero emergen para desequilibrar o equilibrar la personalidad, tales términos se conocen como persona y sombra.

· Persona se refiere al aspecto de la personalidad que se adapta al mundo, se forma por las reacciones que se recuerdan en otras personas. Conforme las personas se relacionan se halagan por sus habilidades y se genera parte de la auto-imagen. Sin embargo, estos esfuerzos por halagar no duran demasiado, el éxito es temporal debido a los cambios naturales de la edad, la época y la moda; de este modo, las situaciones que con anterioridad parecían relevantes ya no lo son, marcando así la adultez.


· La sombra se refiere a los aspectos de la psique que son “obscuros” o amorales por el Yo, pues son débiles en el auto-concepto; los impulsos sexuales y agresivos que son inadmisibles, son substancialmente propios de la sombra, y éstos son evocaciones de la teoría de Freud sobre los impulsos reprimidos del Ello.

En la teoría de la personalidad propuesta por Jung, el inconsciente incluye una amplia energía psíquica, a diferencia de la energía sexual postulada por Freud; indaga y refiere que la consciencia y el inconsciente coexisten en una dependencia de compensación. Otra aportación importante de la teoría de Carl Jung son los tipos psicológicos, que comprenden ocho psiques tipos, basados en la dimensión introversión-extroversión, y en las funciones pensamiento-sentimiento y sensación-intuición, que se pueden medir mediante el indicador de tipos de Myers-Briggs








Jesús E. Romero